El bar de Medianoche

-¿Quienes son los buenos y quienes son los malos?

-um... No he hablado con ese tipo... aun soy algo neutral creo, no odio a nadie... No tengo intención de matar a nadie, solo de conseguir mi bien propio.

-Pero entonces me tengo que proteger de los ángeles mata servidores de satán, ¿no? y si necesito protección venir aquí o recurrir al tio de los cuernos, del que por cierto no me fío, me han críado con la mentalidad de que ese hombre es malo.

-No creo que Dios sea malo por hacerme vivir una vida entre mortales... solo un poco C*****, con perdón porque es tu padre, pero ¿Tienes idea que es levantarse cada día sabiendo que estás rodeada de gente normal y no saber en que te diferencias a ellos, no encontrar esa diferencia que sabes que tienes?

-No sé, en parte tengo miedo de todo lo que supone tener este poder...

-¿Al cielo?.- miró al infinito, ¿como sería aquel lugar?- Lo cierto es que si...- necesitaba averiguar más sobre su vida, sobre porque era así.

-No puedo imaginar un sitio que no he visto nunca...

-Es cuestión de provarlo.

Volvió al lugar donde sse había reunido todas las veces con Lucía, era el único sitio por donde podía empezar a buscar...

Se acercó a la barra y pidió un refresco

Miró al chico que tenía a su lado de reojó pero no pudo evitar fijar más la vista al percatarse de aquellas dos alas negras, no había visto nunca unas así.

-¿Pagaste mucho por conseguir unas de esas?- señaló las alas.

-No es lo mismo, las tuyas son como más... malignas.- sin tener en cuenta aquella aura tan oscura que lo envolvía, pero eso era algo que no iba a decir.

-Acabas de recordarme a James Bond en una de sus películas.- no sabía si aquello le haría gracia al demonio, pero a ella si que le había hecho y mucha.- No esperaba nada, nunca había visto uno asi que no sabía como imaginaros, almenos no pareces un monstruo.